La verdad cada vez más compleja

19 04 2015

The increasingly more complex truth

Héctor Otero y Cortés

25/04/2014

RESUMEN: El conocimiento crece ha velocidades exponenciales y su complejidad va en aumento. La búsqueda de la verdad es por tanto cada vez más complicada y la verdad “última” se escapa. ¡El conocimiento es un factor para alcanzar la felicidad?, pues bajo la afirmación anterior, si el conocimiento es incompleto y no nos lleva a la verdad, difícilmente nos conduce a la felicidad. Lo único cierto, es que la desigualdad en el mundo va en aumento.

ABSTRACT: Knowledge grows has exponential speeds and its complexity is increasing. The search for the truth is therefore more and more complicated and the «ultimate» truth escapes. Knowledge is a factor to achieve happiness?, because under the previous assertion, if knowledge is incomplete and does not lead to the truth, hard leads to happiness.! The only certainty is that inequality in the world is increasing.

 “Por sí misma, la experimentación científica constituye una técnica de manipulación, y el desarrollo de las ciencias experimentales desarrolla los poderes manipuladores de la ciencia sobre las cosas físicas y los seres vivientes.”
Edgar Morin

1     Pensamiento o conocimiento científico

Es conocimiento es todo aquello capaz de ser adquirido en el subconsciente por una persona, lo percibimos a través de los sentidos (sensación). Reflexiono que no solamente de los sentidos corporales, como lo sostiene la Real Academia  Española, pues creo que percibimos la realidad de muchas otras maneras: propiocepción, sentido del equilibrio, de la orientación, percepción espacial, térmica, del dolor, del tiempo, la cinestesia y aún más, las consideradas como parapsicológicas, tales como:  telequinesiatelepatíaprecogniciónclarividencia, las experiencias extracorpóreas, y otras más. Si bien es cierto que estás últimas no son reconocidas plenamente por la ciencia al no cumplir con los requisitos del método científico; es cierto que son motivo de la inquietud de científicos e investigadores, inclusive de prestigiadas universidades.

El problema es que hay conocimientos científicos y conocimientos falsos o verdaderos que nos invaden a diario.

El pensamiento individual es un proceso con el que logramos analizar desde diferentes perspectivas los conocimientos con que contamos. Para evaluar si lo adquirido es suficientemente claro, completo, confiable y nos convence, requerimos enriquecer nuestras fuentes, someterlo a la opinión de otros, o  validarlo de alguna manera.  En la actualidad recibimos miles de informaciones (unas científicas y otras no) pero solamente algunas resultan de nuestro interés, otras las almacenamos o las olvidamos. Es decir, hacemos un juicio (no necesariamente científico) sobre su utilidad pragmática. Los seres comunes y corrientes, nos conformamos con saber que existen diversas perspectivas sobre un mismo tema (conocimientos) y quizás nos quedemos con uno o dos puntos de vista. Casi todos somos conscientes de que el pensamiento científico se refleja de manera cotidiana, cuando encontramos aplicaciones en la vida práctica, como son los conocimientos sobre: estadística, matemáticas, medicina, geografía (GPS), informática y cibernética, etc.; pero no necesariamente profundizaremos en ellos.

2     Conocimiento

Para los griegos predominó el enfoque ontológico, en la actualidad el conocimiento se analiza y expresa bajo lenguajes simbólicos y modelos, que como bien se menciona en el curso, pueden ser reduccionistas o muy complejos, son de una u de otra manera solamente representaciones más o menos completas de la realidad, nos aproximan a verdades, pero no son la verdad. Afirmar que el conocimiento se transforma día a día, es tan válido como afirmar que lo único que perdura es el cambio.

El conocimiento sufre actualmente cambios exponenciales, no solo en la cantidad de datos, sino en su calidad, profundidad y desde luego en su complejidad. No podemos imaginar la cantidad de información de que dispondremos dentro de 10 o 20 años; lo que es casi seguro es que la mayoría de los hombres seremos cada vez más ignorantes, al menos de manera relativa y; que el conocimiento se acumulará cada vez más en solo algunos grupos, generalmente los que ejercen el poder.

Con lo mencionado anteriormente, puedo afirmar que la ciencia actual se acota dentro del pensamiento científico bajo los requisitos del “método científico” y descarta por ejemplo la posibilidad de percibir la realidad de manera extrasensorial (en su más amplio sentido) o bien bajo otras perspectivas, como las culturas orientales.

Aunque es alentador conocer las nuevas posturas falibilistas (Karl Lex Popper, Imre Lakatos, Paul Feyerabend, entre otros) que son renuentes al término “investigación científica” y apoyan más la crítica y la contrastabilidad, por ejemplo Feyeraned que afirma que no es válido que el conocimiento se reduzca al “conocimiento científico”.

3     Verdad y complejidad

Son muchos los observadores, los contextos y las perspectivas sobre un mismo fenómeno. Por tanto contamos con diversos “enfoques” para una misma “realidad”.

El “conocimiento científico” requiere de símbolos, modelos y de la participación de innumerables especialistas que analizan fenómenos tales como: el universo, los agujeros negros, la materia y la energía obscura, la gravitación, la mente y el cerebro, la vida y sus orígenes, el bozón de Higgs, el genoma humano, el microcosmos y la validez de sus modelos, etc.

Lo anterior es mucho más complejo cuando aceptamos que hay otras “verdades”, que los “científicos” no reconocen o no quieren ver, la filosofía y la medicina oriental, la acupuntura, la homeopatía, la herbolaria, los fenómenos parasicológicos (la telepatía, la precognición, clarividencia, etc.), los “fenómenos sobrenaturales”, los “misterios” de las culturas antiguas (pirámides, conocimientos y calendarios astronómicos) y otros.

Por otra parte, vemos que la complejidad se ha extendido al “conocimiento aplicado” y a la tecnología, ahora contamos con edificios inteligentes, robots, sistemas automáticos, teorías como “efecto mariposa”, “organizaciones complejas”, redes sociales y mucho más.

La complejidad aumenta de manera exponencial al igual que el conocimiento, pero no por esto tenemos más felicidad, el conocimiento ha hecho posible que el hombre tenga muchos más satisfactores que antes, pero la realidad nos muestra que se generan enormes desigualdades; esto es, el conocimiento científico beneficia a algunos grupos y perjudica a otros, no todos los humanos están al alcance de los beneficios de la ciencia. Para otros es peor aún: sufren guerras, dominación, hambre, enfermedades y mueren por y gracias a la ciencia.

Por tanto, la felicidad como resultado del conocimiento es cada vez más difícil de alcanzar: El conocimiento se ha multiplicado, la verdad se nos presenta bajo diferentes perspectivas y es válida solamente en determinados contextos, entonces creo que puedo concluir que la verdad es relativa y cambiante, la “verdad” está siempre en duda y cada vez más lejos de nuestro alcance. Y esto, como se ha mencionado no es sorprendente, pues como afirmó Pierre Simon Laplace:

Lo que sabemos es poco. Lo que no sabemos es inmenso

Así, la realidad es que la desigualdad en el mundo aumenta a la par que crece la acumulación del llamado “conocimiento científico”, ¿es entonces el conocimiento fuente de felicidad?.

“Yo no creo en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual”

Thomas Carlyle





La ciencia y yo

19 04 2015

Science and I

Héctor Otero y Cortés

25/04/2014

RESUMEN: Mi opinión sobre la ciencia y mi propia percepción acerca de ella. La ciencia nos genera bienestar, pero también ha sido causa de múltiples problemas, que amenazan a la humanidad o ha servido para dominar y conquistar grupos humanos. Aunque la mayoría poco entendemos de las complejidades de la ciencia considero que con tener una “visión general”, es suficiente para entender nuestra realidad.

ABSTRACT: My opinion about science and my own perception about it. Science generates well-being, but has also been the cause of many problems, which threaten humankind, or helped to dominate and conquer human groups. Although most little understanding of the complexities of science I think that having a «general view», is enough to understand our reality

Muchas personas estarán muy disgustadas si no hay una teoría última, que pueda formular un finito número de principios.
Yo solía pertenecer a esa comunidad, pero he cambiado mi pensamiento.
Stephen Hawking, Gödel and the end of physics, Julio 20, 2002

Recuerdo mis primeras nociones sobre ciencia y estas estaban muy bien acotadas. La ciencia era el campo de los científicos y ellos eran personas dedicadas al estudio y descubrimiento de la ciencia.

La ciencia según yo y hace unos 50 años, estaba centrada en las llamadas ciencias naturales: la astronomía, la biología, la física, la geología y la química, y con especial énfasis la energía nuclear, el magnetismo, la teoría universal de la gravitación, la teoría de la relatividad y la incipiente exploración del espacio. Se enseñaba en las escuelas que la filosofía era la “madre de todas las ciencias” y no quedaba muy claro si las materias dedicadas al estudio del hombre (la mente y su cuerpo), las humanísticas y las artes tenían cabida en esta definición. Se enseñaba la lógica formal y el “método científico”, en este último había que distinguir entre hipótesis, teoremas, teorías, leyes (general o universal) y para cada una se tenían, según recuerdo, claras definiciones. Se enseñaban muchos enfoques tales como: método experimental, empírico-analítico, hipotético-deductivo, hermenéutico, dialéctico,  fenomenológico, histórico o sistémico por citar solamente algunos.

Fue Francis Bacon quién definió los siguientes pasos del método científico, que fueron los que me enseñaron en la escuela:

  1. Observación
  2. Inducción
  3. Hipótesis
  4. Probar la hipótesis por experimentación.
  5. Demostración o refutación (antítesis) de la hipótesis.
  6. Tesis o teoría científica (conclusiones).

Sin embargo, al pasar los años estos conceptos se transformaron y empezaron a surgir toda clase de hipótesis y teorías y creo se trasladó al olvido aquello de las leyes (generales y universales).

Pero también se incorporaron poco a poco al conocimiento científico las materias conocidas como humanísticas (ciencias políticas, ciencias económicas, sociología, psicología, lingüística, biología humana, ciencias del arte, antropología y la historia) y  las sociales ( tales como, la psicología social, la geografía humana, la politología, la demografía, la ecología y más).

Lo anterior obligó a que el concepto de método científico, validado mediante la experimentación o la reproducibilidad tuviera que ser replanteado, ya que muchas hipótesis y teorías dentro de este nuevo contexto no pueden ser experimentadas ni reproducidas, aceptándose por lo general aquellas ratificadas por la comunidad científica; con lo que el “método científico” se convirtió en un concepto un tanto más cuanto ambiguo. Hoy las herramientas de análisis para encontrar la “verdad” son innumerables: matemáticas, teoría de redes, simulación, modelos, etc.,  y desde luego los modernos recursos de la física, la electrónica y los sistemas cibernéticos.

En la actualidad nos encontramos con nuevos conceptos y teorías, tales como las interacciones fundamentales: fuerzas gravitarías, electromagnética y nuclear (fuerte y débil), fuerza inflacionariaenergía y materia  obscura y mecánica cuántica a partir de las que surgen las teorías para la gran unificación o teoría del todo; la teoría M, la teoría de cuerdas, el Bing Bang, las singularidades espaciotemporales, etc. Sin embargo en contraposición, algunos científicos creen en el teorema de incompletitud de Gödel, lo que implica que cualquier intento de construir una teoría del todo, está abocada al fracaso.

Las ciencias y el conocimiento científico son cada vez más complejos y por tanto difíciles de comprender. La “exploración” es cada vez más profunda, se descubren nuevos “objetos” y nuevas interacciones que dificultan integrar “holísticamente” las teorías.

La ciencia y por ende el conocimiento científico están en constante cambio, su crecimiento es exponencial y los paradigmas, teorías y los propios “métodos” del pensamiento científico se modifican continuamente.

Ante la cantidad de contextos, de perspectivas, de lenguajes y de lógicas el panorama se hace cada vez más extenso, por lo que la segmentación de la ciencia aumenta y  requiere de mayor especialización; la visión holística es tremendamente compleja y la “verdad”, fin último de la ciencia, se escapa.

Aunado a lo anterior, en los medios de difusión y especialmente en Internet, tenemos “pseudociencias”, difusión de conocimientos falsos o manipulados, contradicciones científicas, inclusive mitos y otras informaciones que desconciertan y confunden, lo que genera enorme desconfianza en las mayorías.

En esta realidad, en la experiencia de muchos seres comunes y corrientes como yo, está la consciencia de que la ciencia mantiene notables avances en muchos aspectos que han mejorado el nivel de bienestar, pero también que ha generado problemas que nos amenazan constantemente como es la contaminación, el cambio climático, las armas con gran poder destructivo, la extinción de especies animales y vegetales, la desforestación y muchos más. ,

Considero, que la ciencia actual es “propiedad” de la “elite científica” y se usa en muchos casos con fines de control y dominación y que es mucha la población que no recibe sus “beneficios” y que la mayoría estamos muy lejos de entender la complejidad del conocimiento actual. Ante esto, nos conformamos con poseer una “cultura científica” suficiente para tratar de asomarnos a nuestra realidad, aunque se nos escapen los conceptos y argumentos científicos.

Desde mi punto de vista, la ciencia es el resultado de la “curiosidad del hombre” por llegar al fondo de las cosas, conocer su origen y destino. De ahí el interés por “descubrir” teorías que lo expliquen todo, lo que sería equivalente a saberlo todo. Esto para mí, es verdaderamente el gran complejo de jugar a ser Dios.

Si lo supiéramos todo, seríamos todopoderosos (y seríamos Dios) y por tanto no podríamos caber junto a un Dios también todopoderoso. En mi opinión y sin incursionar en el campo de la teología, el hombre por más que plantee mil teorías, nunca podrá saberlo todo y la verdad última será siempre un misterio; lo que ubica al hombre en su verdadero papel de humilde espectador y siempre novel explorador del conocimiento.





EN MÉXICO ¿ENTENDEMOS NUESTRA REALIDAD?

19 04 2015

 EN MÉXICO ¿ENTENDEMOS NUESTRA REALIDAD?

In Mexico, we understand our reality?

Héctor Otero y Cortés

25/04/2014

 RESUMEN: Ante los innumerables problemas que presenta el país, la burocracia frena su solución y  el desarrollo. En el artículo se analiza el concepto de burocracia, sus alcances y se plantea que su deterioro en México, es la causa de problemas como la corrupción y la lentitud de las instituciones para lograr los cambios que el país requiere. Finalmente se enumeran algunas orientaciones que podrían transformar la situación descrita.

ABSTRACT: To the innumerable problems presented by the country, bureaucracy slows down your solution and development. The article discusses the concept of bureaucracy, its scope and considers that its deterioration in Mexico, is the cause of problems such as corruption and the slow pace of the institutions to achieve the changes that the country needs. Finally listed some guidelines which could transform the situation described.

“La burocracia es una máquina gigantesca manejada por pigmeos.”
              Honoré de Balzac

INTRODUCCIÓN

Entre las cosas que encuentro mal en mi vida y en la de mis conciudadanos es la burocracia, no solo del gobierno, sino la que se ha extendido a universidades, institutos, organizaciones sociales y asociaciones civiles y prácticamente a cualquier organización.

Se denomina como burocracia a  la organización que se caracteriza por procedimientos explícitos y normados, división de responsabilidades y especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales. La burocracia existe en muchos ámbitos, no solamente en el gobierno.

El término es utilizado en la sociología, en la ciencia administrativa y especialmente en la administración pública. Puede definirse como un conjunto de técnicas o metodologías dispuestas para aprender o racionalizar la realidad exterior a la que pretende controlar desde el poder central a fin de conocerla y dominarla.

La burocracia ha sido estudiada por personalidades tales como  Max Weber, Jean-Claude Marie Vicent de Gournay,  Adam Smith, John Stuart Mill,  Karl Marx, Friedrich Engels,  Auguste Comte y muchos otros reconocidos  filósofos, sociólogos e investigadores.

Según muchas opiniones fue Max Weber el que introdujo el concepto al vocabulario académico moderno, basándose en el estudio de los sistemas de administración pública europeos de su época.

Max Weber basa su teoría en siete principios: la formalización de reglas, la división del trabajo, la jerarquía, la impersonalidad, la competencia técnica, la separación de propiedades y la previsibilidad de cada funcionario.

Según Weber, las funciones principales de un sistema burocrático moderno son:

  • Los funcionarios que ocupan cargos burocráticos son considerados empleados públicos;
  • Los funcionarios son contratados en función de su competencia técnica y sus cualificaciones;
  • Los funcionarios cumplen tareas que están en conformidad con las normas y reglamentos escritos;
  • La compensación se basa en el salario estipulado con dinero;
  • Los funcionarios deben cumplir las reglas jerárquicas y códigos disciplinarios que fundamentan las relaciones de autoridad.

Si está funciones se cumplieran a cabalidad, las burocracias serían con seguridad ejemplos de eficacia y eficiencia.

Sin embargo, el término burocracia en su uso común se asocia a la ineficiencia, pereza y derroche de medios. Generalmente se percibe como un ente que existe únicamente para sí mismo y que sólo se preocupa por su crecimiento y permanencia en el poder.

En esta  línea, la burocracia es un fenómeno  a estudiar desde el punto de vista científico, se da dentro de las organizaciones que teniendo propósitos y fines aparentemente claros, recursos y contextos adecuados (leyes, normas, autoridad, etc.) no dan los resultados deseados, son  poco oportunas o sus acciones no tienen el impacto esperado, muchas son ineficientes e ineficaces.

Estas organizaciones burocráticas interactúan con los sistemas social, político y económico, pero por lo general gozan de un mal prestigio y sus integrantes son calificados como de un pobre desempeño.  Desde luego hay excepciones y existen grupos dentro de la burocracia que en contra de las adversidades, saben como transformarlas en oportunidades y muchas veces en proyectos exitosos.

En la época moderna, la burocracia asume su rol e importancia no solo en el desarrollo de las funciones del Estado, sino también se da en las corporaciones y grandes empresas, capitalistas o no: En gran medida lo anterior se debe al desarrollo y especialización del trabajo; a este tipo de burocracia en las empresas privadas se suele denominar como «burocracia corporativa».

Los estudiosos en la materia afirman que la ineficiencia e ineficacia de estas grandes burocracias se debe en gran medida a su tamaño y crecimiento desmedido, lo que las hace ingobernables, razón por la cual en muchos gobiernos y corporaciones se opta por la subcontratación de empresas mediante contratos de “outsourcing”. Es decir, se delegan las tareas que aparentemente entorpecen las tareas sustantivas, con lo que se supone que la organización puede tener una actuación más estratégica.

¿Existe conocimiento científico en el Gobierno?

Algunos  afirman que una característica distintiva de la administración pública burocrática es que hay una clara distinción entre lo público y lo privado, habiendo además una distinción entre el político y el administrador público.

¿Gobierno político o técnico?, la pregunta que de vez en cuando vuelve a ser popular, no es más que síntoma del desconcierto y de la ignorancia. El gobierno debe ser ambos a la vez, es político y utiliza la técnica para hacer política. En las estructuras de la burocracia hay por necesidad áreas más políticas y otras más técnicas.

Si aceptamos que la política es el conjunto de acciones ordenadas para lograr el bien común y que la ciencia tiene por objetivo mostrarnos nuestra realidad para que podamos comprenderla y mejorarla, entonces no podemos separar ambos conceptos. que al fin convergen en un mismo fin.

La política vista como las acciones para generar el bien común de la población se topa frecuentemente situaciones cuya soluciones son de una gran dificultad, las propuestas requieren del análisis de muchos factores y variables y los problemas se esconden tras un “conocimiento complejo”. Lo anterior se pone de manifiesto cuando se quieren conocer las causas de la pobreza, el desempleo, la migración, la violencia, la corrupción, la ignorancia, la económia y cualquiera de los problemas que nos agobian.

Las decisiones que se toman en estos temas resultan en muchos casos inadecuadas,  parciales o ineficaces, ya que por lo general los tomadores de decisiones no analizan con profundidad, ni tienen las bases teóricas-técnicas para interpretar los datos ni el tiempo para hacerlo. Son muchos los casos en que los criterios que prevalecen son el “beneficio político”, la “salida diplomática” o excusas tales como: “el problema es tan complejo, que mejor no le movemos”, “no es el momento político “o bien el clásico “dar tiempo al tiempo” y otros similares.

El gobierno es el conductor del destino del país y su gestión es fundamentalmente estratégica. La modernidad exige hacer uso de las técnicas, métodos y conocimientos científicos para asegurar en la medida de lo posible la “asertividad” de sus decisiones, por lo que antes de tomar decisiones, sus funcionarios deben conocer y analizar a fondo los problemas para plantear las posibles soluciones y seleccionar la alternativa más adecuada.

Desafortunadamente no es así, en la burocracia mexicana existe y sobra la improvisación, – de la que nos sentimos orgullosos y hasta la presumimos-,  desde el funcionario sin experiencia o  conocimiento en la materia, hasta las áreas de gobierno donde las decisiones se toman al vapor, por intuición, por presiones, por instrucciones y en base a normas no siempre justificadas, por conveniencia  individual o de grupos. Por regla general no existen bases técnicas para investigar, descubrir, conocer y evaluar, argumentando entre otros la falta de recursos para hacerlo, las pesadas cargas de trabajo, los compromisos políticos y demás pretextos. Aunado a lo anterior, se desconocen los métodos y las técnicas para realizar investigación científica en áreas como la social y la económica,  esto aun cuando en la mayoría de los presupuestos del gobierno (en especial el federal) existen partidas para la investigación científica, la innovación y el desarrollo; que en muchos casos son dedicadas a financiar proyectos de algunas asociaciones civiles mediante convenios con el CONACYT, que poco o nada aportan en este sentido.

Por la misma falta de conocimiento de los funcionarios, la creatividad se ve disminuida, no se contemplan caminos alternativos o soluciones innovadoras y por lo mismo, las estrategias no son claras, ni las mejores.

Sin embargo, como mencione antes no todo es negativo, existen políticos, técnicos y áreas de gobierno altamente eficaces y productivas y gracias a ellas el país avanza en algunos terrenos.

¿Tiene claro el gobierno los beneficios que puede producir y a quién beneficia?

Por lo general sí, aunque a veces el conocimiento sea solamente resultado de una percepción  derivada de la experiencia, de la información que se divulga en los medios, de la intuición, y de la opinión de unos cuantos. La información pocas veces se recaba sistemáticamente y con fines de análisis y estudio. El INEGI hace grandes esfuerzos, pero la mayoría de los funcionarios los desconocen.

Llama la atención como muchas decisiones del gobierno se toman basadas en solamente algunos juicios de valor y en el mejor de los casos en unos cuantos datos, pocas veces se plantean alternativas, no hay innovación, ni creatividad, por lo general se trata de soluciones o variantes a propuestas aplicadas con anterioridad, probadas con poco o dudoso éxito o bien nunca evaluadas.  Es decir, aplicamos repetidamente el criterio del ensayo y el error.

El gobierno en México, hace poca investigación y por lo general la delega. Es decir, existe una indudable falta investigación y  de conocimiento científico alrededor de los problemas del gobierno y por ende de las soluciones. Lo poco que se hace se delega a las Universidades e Institutos de Investigación, que desconectados muchas veces de la realidad y casi siempre de los procesos gubernamentales, elaboran estudios y propuestas que sólo en pocas ocasiones culminan en programas y acciones de gobierno.

Aquí, resulta muy válida la frase de Frank Herbert: “La burocracia destruye la iniciativa. Hay pocas cosas que los burócratas odien más que la innovación,  especialmente la innovación que produce mejores resultados que las viejas rutinas.”

¿La ciencia realmente puede ayudar a tener una mejor burocracia?

Es incuestionable que el conocimiento es esencial para un mejor desempeño, pero los problemas que se observan en la burocracia son muchos, entre otros:

  • El personal no está debidamente capacitado y sus competencias son otras o son deficientes (salvo honrosas excepciones).
  • Las condiciones de trabajo y la inseguridad laboral que sufren los burócratas resultan poco motivantes.
  • La organización es inadecuada y discrecional  (la diseñan los jefes de cada unidad a su muy personal estilo y no especialistas en organización y administración)
  • Las normas de operación no se encuentran actualizadas y peor aún, no corresponden a la realidad. (Un ejemplo son los Programas de Operación instrumentados por el Gobierno Federal que mal definidos, terminan siendo aplicados bajo la discrecionalidad de funcionarios menores).
  • El conocimiento científico (en sociología, en administración pública, en estadística, en el diseño de pruebas, en sistemas,  en planeación, en leyes y normas, en otras materias y hasta en el manejo de Tecnología de la Información y la Comunicación -TIC’s-)  es superficial e insuficiente. Sin embargo son muchos los funcionarios que poseen la habilidad para mencionarlas en sus discursos y planteamientos, esto es, simulan tener los conocimientos adecuados para tomar decisiones.
  • Por lo general, no existe la voluntad del servicio público, ni es suficiente la conciencia ciudadana (no es práctica común la consulta popular, menos los estudios etnológicos). La burocracia desconoce en muchas ocasiones la realidad local, estatal o federal y más aun lo que sucede en el campo y en las zonas marginadas y rurales del país.
  • Los trámites son complicados y las acciones lentas  (pocos se agilizan o se simplifican y el uso de – TIC’s – resulta limitado).
  • La ciudadanía no tiene confianza en las instituciones. La corrupción impera, la ilegalidad y la impunidad son vistos como recursos para interactuar con el gobierno.

Ante esto, es claro que la aplicación de las técnicas de administración moderna, de ingeniería, de la economía, de la sociología, la informática y otros  conocimientos científicos deberían ayudar a lograr la tan deseada transformación de las instituciones.

A manera de ejemplo, es fácil observar que en las dependencias del  gobierno es frecuente encontrar  estructuras de la organización autorizada (formal)  que no corresponden y en ocasiones difieren por mucho con la estructura informal (es decir, con la que realmente se opera  y  que incorpora personal  por medio de contratos de honorarios y otras fórmulas diseñadas para evitar la formalidad).

Y peor aún, los Reglamentos Interiores de las Dependencias  no guardan relación con las estructuras organizacionales (ni formales o informales), por tanto hay personal que no tienen funciones autorizadas y hay funciones que no tienen responsables para su ejecución, además ahora existen las descripciones de puestos y los perfiles, que en mucho casos no son congruentes con los demás elementos.. Ante esto, lo único que puede esperarse es una gestión torpe y sin rumbo.

La solución que debería encontrarse en los principios de la administración moderna, no se aborda porque implica decisiones “políticas”, como lo es la reducción de personal, dejar de lado funciones injustificadas y en algunos casos desembolsar mayores presupuestos. No hay voluntad para adelgazar las estructuras de la administración pública, pues probablemente con ello se generen “altos costos políticos” y problemas sociales a los que no se les ve solución. Como se ha mencionado, al gobierno le interesa mantener una “gorda” estructura que le dé un aparente “poder”.

Otro ejemplo se puede observar en la reciente Reforma Educativa que entre sus principios estableció que la evaluación de los docentes era condición indispensable y que aquellos que no calificaran adecuadamente (en un plazo determinado), se les ofrecerá la oportunidad de capacitarse y en caso necesario serían desplazados a tareas no docentes o bien rescindidos.

Sin embargo esta es una aparente solución, ya que el problema radica, como se ha asegurado en repetidas ocasiones, en que las escuelas normales del país no funcionan, han sido tomadas por “grupos políticos” que han provocado su deterioro y la egresión de maestros con bajo rendimiento. Las primeras evaluaciones señalan que un altísimo número de maestros no alcanzan ni siquiera la calificación mínima necesaria para impartir sus conocimientos pedagógicos.

Así, mientras no se preparen más y mejores maestros de educación básica, resulta prácticamente imposible prescindir de los actuales, ya que  los alumnos se quedarían sin maestros; con lo que es claro que la estrategia es equivocada. Preparar maestros de calidad puede ser un proceso muy lento y  requiere de muchos años para esperar resultados en las nuevas generaciones de mexicanos.

La alternativa que ofrece la Reforma Educativa es la de capacitar a los actuales maestros,  lo que es aparentemente viable, sin embargo muy difícil de instrumentar.  Los programas educativos son inadecuados y no se cuenta en el país con capacitadores suficientes y de la calidad necesaria, algunas Universidades pueden impartir los cursos requeridos, pero se  anticipan difíciles problemas de coordinación y hacia el interior del magisterio.

Un último ejemplo de  la falta de conocimiento y análisis es la actitud de los funcionarios ante temas como el federalismo. Muchos hablan de él y pocos son los que lo comprenden, por lo que el país oscila de un sexenio a otro entre la descentralización (que nunca termina, ni es efectiva) y la centralización. Así las políticas de la federación con los gobiernos locales son cambiantes y al final indefinidas. Las acciones se diluyen y se realizan a discrecionalidad, las responsabilidades son difusas y al final, no son transparentes. El tema es complejo y el desconocimiento grande, en este contexto no se ve solución.

Con estos ejemplos, queda claro que gran parte de las decisiones no se toman “científicamente”, no se realizan diagnósticos, no se realizan análisis apoyados en herramientas científicas, ni se analizan las alternativas. Las propuestas se elaboran al ”vapor”; por lo que las decisiones resultan erráticas y deben ser rectificadas constantemente.

¿Son la corrupción o la ineficacia producto de la ignorancia?

No totalmente, pero sí  en gran medida; se pueden argumentar entre otras las siguientes causas:

  • Falta de valores, no se le da relevancia a la cultura de la legalidad. Las leyes y normas están desarticuladas, desactualizadas e inoperantes y por tanto existen  vacíos legales que dan pie a la discrecionalidad.
  • Poca o nula transparencia, el ciudadano desconoce las atribuciones del gobierno y más aún, sus acciones y costos.
  • La regular manipulación y distorsión de los medios sobre la realidad.
  • La “tolerancia”, la «impunidad» y la mediocridad de las autoridades ante las faltas administrativas o penales.
  • La ineficacia e incapacidad de las autoridades. Los funcionarios carecen de las competencias adecuadas para desempeñar sus puestos. (El Servicio Profesional de Carrera ha sido un fracaso, es un obstáculo para ocupar puestos dentro  del gobierno y hasta ahora ha causado mayores problemas que soluciones).

Lo anterior genera ingobernalidad, las personas dejan de creer en el gobierno  y esté pierde autoridad. En esta situación, las personas y los grupos actúan según su propia conveniencia, a sabiendas de que si infringen las normas, no hay autoridad para aplicar sanciones. En un clima como el descrito, la corrupción florece.

¿Hay esperanza?

Sí, si la hay, a mediano y quizás a largo plazo, pero requiere de lograr el cambio en el país mediante el análisis y la crítica de nuestra realidad, analizar las causas y usar las herramientas del conocimiento científico para resolver los problemas y para esto, se requiere de una mejor educación en todos los niveles.

Sobra decir, que la educación es el gran transformador de la sociedad (los países más desarrollados son los que más apoyan la educación y la investigación), de manera que el camino es bastante claro. El nivel cultural es un indicador del  grado de desarrollo de los países.

El problema es que los resultados no se logran a corto plazo y los “políticos” buscan producir de inmediato la imagen de eficacia que tanto desean.

Pero hay otra opción con resultados más cercanos: fomentar  la cultura de la legalidad en todos los ámbitos. Crear la conciencia en los ciudadanos de que las leyes y las normas sirven para lograr una mejor convivencia.

El gobierno intenta recuperar credibilidad rediseñando el marco judicial y promoviendo la aplicación de la justicia y la eficiencia de la policía, pero esto no es suficientemente claro para el ciudadano común y corriente. Se requiere de una campaña permanente en todos los medios que se apoye con acciones y ejemplos de justicia (sin tolerancia ni impunidad), en todos los niveles.

Al final es una cuestión de conocer y ejercer los derechos y obligaciones para todos: gobierno y ciudadanos.

Sin lo anterior, no es posible logar una participación efectiva de la ciudadanía como se pretende, para ello hay que conocer sus marcos de referencia, los límites y los alcances.

El conocimiento nos hará mejores, quizá no más felices (porque los problemas mencionados podrán ser mitigados, pero no eliminados y en el futuro seguramente enfrentaremos  nuevos y diferentes problemas), pero es seguro que el conocimiento nos asegurará un mayor grado de bienestar y deseablemente una mayor igualdad social y económica.

“¡Y pensar que algunos se asombran
de que hayamos perdido las colonias!
Lo que a mí me asombra es cómo no hayamos perdido,
con esta burocracia, hasta los pantalones.”
                                          Pío Baroja




Mis ensayos…

11 12 2007

la-telarana-que-todos-tejemos.doc

Aquí están las cosas que se me ocurren….espero mejorar con el tiempo y pronto..porque después desmejoraré seguramente…

Como dice por ahí un amigo…a nuestra edad hay que irse enfriando poco a poco….los enfriamientos repentinos son muy malos para la salud…

¡Aguas¡, ninguno de los cuasi-ensayos esta terminado…pronto, nada más me inspire un poco, los remataré…